Producto
Desde el punto de vista de la economía, producto se entiende como el resultado que una empresa lleva a cabo en su proceso producto con la intención de satisfacer alguna necesidad.
Estos productos, las empresas, los intercambian en el mercado por unidades monetarias.
Desde el punto de vista del marketing, el producto tiene un ciclo de vida que se desarrolla en cuatro etapas: introducción, crecimiento, madurez y declive. La empresa tiene que saber identificar en que fase se encuentra el producto en cada momento, la duración de la fase y como evoluciona para poder tomar las decisiones óptimas para su gestión.
Además, para tratar el producto como herramienta, se establecen dos enfoques. Uno interno, que hace referencia a las características intrínsecas del producto; y el externo, que se centra en las necesidades del consumidor para que adquiera el producto.
Los atributos del producto son las características que posee y que el cliente percibe como necesarias para cubrir su necesidad. Los atributos se pueden clasificar en 3 tipos:
- Por la naturaleza del producto: Según este atributos los productos se pueden diferenciar por tangibles e intangibles y por su grado de subjetividad. Los componentes tangibles se refieren al tamaño, el color o diseño; los intangibles son servicios complementarios al producto como las garantías, mantenimiento. Y los atributos subjetivos se refieren a otras características como la calidad o la belleza.
- Por la utilidad que reportan al cliente: Encontramos atributos funcionales, identificativos y estéticos. Los atributos funcionales facilitan el uso o incrementan la duración del producto. Un ejemplo de atributo identificativo es la marca, ya que esta permite diferenciar el producto de su competencia. En cuanto a los atributos estéticos, tenemos el diseño, el grado de novedad o el prestigio que aportan al cliente un determinado estatus.
- Por su carácter diferenciador: Tenemos atributos genéricos, esperados y complementarios. Los atributos genéricos sirven para determinar la pertenencia o no de un producto en una categoría. Los atributos esperados son aquellos que el cliente anhela percibiré del producto, como puede ser una oferta o descuento. Los atributos complementarios son los que el producto ofrece como extra sin que el consumidor lo espere y mejora el servicio que presta o mejora la imagen del mismo.
Para poder llevar a cabo estrategias de marketing acertadas, podemos clasificar los tipos de productos en 4 tipos de bienes:
- Bienes de compra no planificada: Cuando el cliente no ha planificado expresamente el consumo de ese producto. A su vez se puede tratar de bienes de consumo habitual, bienes de compra por impulso o bienes de compra por emergencia.
- Bienes de compra por comparación: La compra de estos bienes es planeada y el cliente ha realizado previamente una búsqueda de la mejor opción de compra.
- Bienes de especialidad: Se tratan de productos especiales, únicos y de elevado precio, en los que el consumidor invierte tiempo y dinero para adquirir el mejor.
- Bienes no buscados: Son bienes muy parecidos a los bienes de compra por impulso. El cliente los adquiere sin tener un especial interés en él solo porque se lo han ofrecido en el momento adecuado, destacando sus atributos.