Crédito

El crédito en términos financieros se refiere a aquellas operaciones de financiación en la que una empresa o persona denominada acreedor presta dinero a otra persona o empresa denominada deudor.

El deudor se compromete a satisfacer el total de la cantidad prestada en un periodo de tiempo determinado a través de una o varias cuotas, que a su vez se componen de la devolución del capital prestado más otra cuantía en concepto de intereses. Esta forma de financiación tiene una serie de pros y contras.

Principales ventajas que presentan el uso de financiarse con créditos:

• Permiten que los deudores puedan realizar adquisiciones de bienes y servicios o inversiones, aunque estos no cuenten con la liquidez suficiente en ese instante.
• Son una de las mejores opciones para salvar situaciones de falta de liquidez momentánea.
• Son muy accesibles para casi todo el mundo en cantidades moderadas.

Principales desventajas del uso de financiarse con créditos:

• El deudor debe poder afrontar la devolución de los pagos pactados, por los que en caso de no responder podría incurrir en situaciones de mora y reclamaciones judiciales.
• La devolución del crédito suele ir acompañado de intereses que pueden llegar a ser muy elevados. Es decir, disponer de crédito es una opción cara.
• Un mal uso de los créditos por parte de los deudores puede derivar en situaciones de insolvencia económica si no se hace un uso responsable de ellos.
• Los créditos pueden agruparse en varias modalidades en función de su duración o naturaleza.
• En función de su horizonte temporal o fecha de vencimiento, podemos encontrar créditos a corto plazo (inferior a un año) o a largo plazo (superiores al año).
• En función de su naturaleza, podemos encontrar créditos personales si están enfocados a cubrir específicas en un momento determinado, créditos al consumo cuando el destino final de los fondos es la adquisición de bienes, por ejemplo, un vehículo, créditos de estudios, si tienen por objeto cubrir el coste de la formación ( estudios universitarios o posgrado), créditos hipotecarios si tienen por objeto adquirir una vivienda…
• Normalmente, los créditos suelen ser confundidos con los préstamos, pero tienen características que los diferencian.

La diferencia más acusada la encontramos tanto en el plazo de devolución como en el importe de dinero que se presta, no obstante, existen otras características que nos ayudarán a identificarlos correctamente:

• El crédito puede consumirse en el momento en que es concedido, o en un momento posterior, mientras que el préstamo se entiende consumido en un acto determinado. Es decir, cuando conceden un préstamo, el dinero se destina instantáneamente a pagar el bien objeto del préstamo, mientras que el crédito puede ser utilizado en su totalidad, o parcialmente, en momentos posteriores a su concesión.
• Los intereses del crédito suelen ser mucho más elevados que los intereses de los préstamos.
• La cuantía de los préstamos es mucho más elevada que la de los créditos.
• A priori, no existe una opción mejor o peor que otra, sino que habrá que atender a las necesidades de cada persona o empresa para poder optar por el producto financiero que mejor se adapte a sus necesidades.

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